Los nogales forman parte de nuestro paisaje e historia, y son fuente de riqueza para muchas zonas rurales pero, dado su lento crecimiento, no resultan interesantes como inversión. El proyecto financiado con fondos europeos WOODnat se propuso contrarrestar la amenaza que representan las especies de rápido crecimiento, a menudo foráneas, para los bosques europeos.
Leer más: enlace a la noticia
Europa posee grandes bosques, la mayoría pertenecientes a las industrias asociadas, que deben ser competitivas para sobrevivir en un mundo globalizado. Investigadores de WOODnat han modificado los procedimientos a lo largo de la cadena de valor de los nogales, desde las plántulas hasta la madera secada, para ayudar a los bosques europeos a convertirse en un paisaje productivo.
De tocones a setas
«Gracias al proyecto, ha sido posible poner a prueba plantas de nogal mejores, modelos de silvicultura más rentables, herramientas innovadoras para la gestión de los troncos y la madera cortada, y nuevos productos finales», explica Elías Cueto, director de la empresa coordinadora Seistag Innovación. El aumento de la productividad de las plantas de nogal para la producción de madera comenzó con la selección de clones de nogales con cualidades superiores. La investigación a la que ha dedicado su vida Ricardo Licea, director del Departamento de biotecnología de Bosques Naturales, otro miembro del consorcio en España, ha permitido cultivar una planta de nogal de rápido crecimiento con una elevada tasa de supervivencia y que produce troncos rectos con madera de alta calidad. Gracias a la colaboración con Industrial Plants de Bulgaria, la producción de este nuevo supernogal ha avanzado ya a fuera del laboratorio. «Al fin y al cabo, cultivar los árboles en sí acerca la producción al mercado», destaca Cueto. La colaboración con CREA, un organismo público italiano de investigación que también pertenece al consorcio, permitió demostrar la viabilidad de combinar especies de crecimiento rápido y lento. «Esto mejora la rentabilidad de las plantaciones debido a la obtención de rendimientos intermedios», explica Cueto. La eliminación de tocones tras la tala de los árboles es una operación cara e insostenible. La empresa española asociada ECM Ingeniería Ambiental desarrolló un proceso biológico que produce setas comestibles en el tocón en degradación.